Entrevista con Chomsky
Discusi�n en profundidad respecto a Israel/Palestina
Abril 02, 2002
Z: �Hay un salto cualitativo en lo que est� ocurriendo ahora?
Pienso que hay un salto cualitativo. El objetivo del proceso de Oslo fue descrito con
exactitud en 1998 por el acad�mico israel� Shlomo Ben-Ami justo antes que se uniera.a al
gobierno de Barak, donde se convirti� en su jefe negociador en Camp David, en el verano
del 2000. Ben-Ami observ� que "en la practica, los acuerdos de Oslo se
fundaron sobre una base neo-colonialista, una dependencia de por vida de uno para con el
otro, y para la eternidad". Con estos objetivos se dise�aron los acuerdos entre
Clinton-Rabin-Peres, para imponer sobre los Palestinos una "casi total dependencia de
Israel",
creando "una situaci�n colonial extendida", la cual se espera sea la "base
permanente" para "una situaci�n de dependencia."
La funci�n de la Autoridad Palestina (PA) era la de controlar poblaci�n dom�stica de
los refugiados en las dependencias neocoloniales Israel�es. Esta es la forma en que el
proceso se desenvolvi�, paso a paso, incluyendo las insinuaciones de Camp David. La
posici�n de Clinton y Barak (ambigua y no muy clara) fue aclamada aqui como
"remarcable" y "magn�nima," pero una mirada sobre los hechos deja
claro que fue -- como comunmente se describe en Israel -- una propuesta Bantustan; que es
presumiblemente la raz�n por la que los mapas fueron cuidadosamente evitados por la
tendencia mayoritaria en los Estados Unidos. Es cierto que Clinton-Barak han
avanzado unos pocos pasos frente al estilo de asentamiento Bantustan como el que se
instituy� en los oscuros d�as del Apartheid en Sud�frica.
Previamente a Camp David, los Palestinos del margen Oeste estaban
confinados en m�s de 200 areas dispersas, y Clinton y Barak propusieron un
"progreso: "consolidaci�n en tres distritos, bajo control Israel�,
virtualmente separados cada uno de
los otros y de un cuarto distrito; una peque�a area de Jerusalen Este, centro de la vida
Palestina y de las comunicaciones en la regi�n. Y por supuesto, separados de Gaza, donde
la salida sigui� siendo poco clara. Pero ahora aquel plan fue aparentemente archivado en
favor de la demolici�n de la AP. Esto significa la destruccion de las instituciones del
potencial Bantustan planeado por Clinton y su colega Israel� y que en los �ltimos d�as,
parecer�a incluso un centro de derechos humanos.
Los representantes Palestinos designados para jugar el papel equivalente al los l�deres
Negros de los Bantustans, tambi�n est�n bajo ataque aunque no muertos, probablemente
debido al las posibles consecuencias internacionales. El prominente estudioso
israelita Ze'ev Sternhell escribi� que el gobierno "no est� muy avergonzado de
hablar de guerra cuando con lo que ellos est�n
realmente comprometidos es en las mismas pol�ticas coloniales que las ejercidas por la
polic�a blanca en los barrios marginales pobres de los negros en Sud�frica durante la
era del apartheid". Esta nueva pol�tica es una regresi�n hacia el modelo
Bantustan sudafricano de hace 40 a�os, al que aspiraron Cinton Rabin Peres
Barak y sus asociados en el proceso de Paz de Oslo. Nada de esto
sorprender� a quienes hayan le�do y analizado criticamente durante los �ltimos 10
a�os.
Incluyendo el abundante material anunciado regularmente en Znet,
Y revisando el desarrollo secuencial de su aparici�n.
C�mo espera exactamente la direcci�n israelita llevar a cabo estos programas no queda
muy claro, incluso para ellos. Eso es lo que presumo. Es conveniente para losEE.UU., y el
Occidente, culpar a Israel y particularmente a Sharon. Lo que es
injusto y muy poco honesto. Muchas de las peores atrocidades de Sharon se llevaron a cabo
bajo los gobiernos Laboristas. Per�s est� junto a Sharon en una guerra criminal.
Por otra parte, la primera responsabilidad recae en Washington y se mantiene desde hade 30
a�os. Esto es cierto para la generalidad de la trama diplom�tica y tambi�n para las
acciones
particulares. Israel s�lo puede actuar dentro de los l�mites establecidos por el amo de
Washington. Raramente fuera de �l.
Z: �Cu�l es el significado de la Resoluci�n del Consejo de Seguridad del 30 de marzo?
El problema primario era si habr�a una exigencia del inmediato retiro del ej�rcito
israel� de Ramallah y otras �reas palestinas invadidas por �l en la actual ofensiva; o
por lo menos la fijaci�n de una fecha tope para ese repliegue. La posici�n de los USA
evidentemente ha prevalecido: s�lo un vago llamamiento a la retirada de las tropas
israel�es de las ciudades Palestinas". Sin especificar ning�n cronograma. La
Resoluci�n por consiguiente, coincide con la posici�n oficial norteamericana,
ampliamente
reiterada por la prensa: Israel est� bajo ataque y tiene el derecho de autodefensa,
aunque no deber�a ir demasiado lejos en el castigo a los palestinos, o por lo menos,
menos no hacerlo de una forma demasiado evidente.
Los hechos --duramente pol�micos-- son bastante diferentes. Los palestinos han
estado intentando sobrevivir bajo la ocupaci�n del ej�rcito israel�, desde hace ya 35
a�os. Esta ocupaci�n, �spera y brutal durante todo ese tiempo, se ha sostenido gracias
al decisivo apoyo militar y econ�mico de los USA y su firme protecci�n diplom�tica, que
incluyo la permanente obstrucci�n del constante y generalizado acuerdo internacional
respecto aa establecimiento de una pol�tica de paz. No existe ni la m�s m�nima
simetr�a en esta confrontaci�n. Incluso si se lo encuadra en t�rminos de autodefensa
israel�, va mucho m�s all� de cuarlquiera de los modos habituales de distorsi�n en los
intereses de poder. La condena m�s �spera al terror palestino, justificadamente ejercida
a lo largo de m�s de 30 a�os, no altera en nada estos hechos b�sicos. Evadiendo
prolijamente los problemas inmediatos centrales, la Resoluci�n del 30 de marzo. Es
similar a la Resoluci�n del consejo de Seguridad del 12 de marzo, la que nos pone sobre
aviso ya que, sorprendentemente, no s�lo no fue vetada por los USA, como es habitual,
sino que realmente fue propuesta por Washington. La Resoluci�n exige una
"visi�n" de un estado Palestino. Por consiguiente, no alcanz� el nivel de
Africa Sur de hace 40 a�os, cuando el r�gimen del Apartheid no anunci� simplemente una
"visi�n", sino que realmente estableci� que la carrera hacia los Estados
negros fuera considerada al menos viable y
leg�tima como lo que los USA e Israel hab�an estado planenando para los territorios
ocupados.
Z: �Qu� esperan ahora los Estados Unidos? �Qu� intereses americanos quedan pendientes
de esta coyuntura?
El de los USA es un poder global. Lo que pasa en Israel-Palestina es de un enfoque
lateral. Hay muchos factores que inciden en las pol�ticas americanas. El principal de
ellos en esta regi�n del planeta, es el control de los mayores recursos energ�ticos del
mundo. La alianza de USA-Israel toma forma dentro de ese contexto. En 1958, el Consejo de
Seguridad Nacional concluy� que un " corolario l�gico" de la oposici�n al
crecimiento de un nacionalismo �rabe "ser�a apoyar Israel como el
�nico poder fuertemente prooccidental surgido en el Medio Oriente". �sa es una
exageraci�n, pero una afirmaci�n del an�lisis estrat�gico general que identific� a
los macionalismos aut�ctonos como la primer amenaza (de igual manera que en otras
partes del Tercer Mundo); t�picamente llamada Comunista, aunque normalmente
se reconozca en el �mbito interno que este es un t�rmino de uso propagand�stico y que
los problemas de la guerra fr�a fueron a menudo marginales como en el crucial a�o
de 1958.
La alianza se reafirm� en 1967, cuando Israel prest� un servicio importante al poder de
los USA destruyendo las principales fuerzas del secular nacionalismo �rabe, considerado
una amenaza muy seria para la dominaci�n americana de la regi�n del
Golfo. El asunto contin�a tambi�n luego del del colapso de la URSS. Ahora la alianza
entre los USA-Israel-Turqu�a es la pieza central de la estrategia americana e Israel es
virtualmente una base militar americana, estrechamente integrada tambi�n con la econom�a
americana, militarizada y de alta tecnolog�a. Dentro de esta armaz�n persistente,
naturalmente los USA sostienen la represi�n israel� contra los palestinos y la
integraci�n de los territorios ocupados, incluyendo el proyecto neocolonial perfilado por
Ben-Ami, aunque la elecci�n de la pol�tica contingente deba ser hecha de acuerdo con las
circunstancias.Actualmente, los planes de Bush contin�an bloqueando los pasos tendientes
a establecer una base diplom�tica o una reducci�n de la violencia; �se es el
significado, por ejemplo, de su veto del 15 de diciembre de 2.001 a la Resoluci�n del
Consejo de Seguridad que requiere se den los pasos tendientes a la implementaci�n del
Plan Mitchell de los USA y la introducci�n de un monitoreo internacional orientado a la
reducci�n de violencia. Por razones similares, los USA han boicoteado el 5 de diciembre
las reuniones internacionales en Ginebra (que inclu�an a los USA y Gran Breta�a) las
qu� reafirmaron que la Cuarta Convenci�n de Ginebra se aplica a los territorios
ocupados, por lo que que las acciones, extremamente importantes para los USA e Israel,
presentan "graves brechas" respecto a la Convenci�n --cr�menes de guerra, en
t�rminos simplescomo se establece en la declaraci�n de Ginebra.
Esto simplemente reafirma la Resoluci�n del Consejo de Seguridad de octubre de 2.000 (en
la que los USA se abstienen) la que sostiene una vez m�s que la Convenci�n se aplica a
los territorios ocupados. �sa tambi�n hab�a sido la posici�n americana
oficial, como lo declarado formalmente, por ejemplo, por George Bush padre, cuando era
Embajador ante la ONU. Los USA en tales casos regularmente se abstiene o boicotea y no
quiere p�blicamente tomar posici�n contraria a los principios cardinales de la ley
internacional, particularmente bajo la luz de las circunstancias, en que fueron
promulgadas esas Convenciones: para criminalizar formalmente las atrocidades de los Nazis,
incluyendo sus acciones en los territorios por ellos ocupados. Los medios de
comunicaci�n y la cultura intelectual generalmente cooperan mediante su propio
"boicot" a estas acciones mal vistas: en particular, el hecho que como una de
las Altas Partes Contratantes, el gobierno americano est� legalmente obligado por un
tratado solemne, a castigar a los violadores de las Convenciones incluyendo en esto a sus
propios
dirigentes pol�ticos. �sta es s�lo una peque�a muestra. Entretanto el flujo de armas y
el apoyo econ�mico para el sostenimiento de la ocupaci�n mediante la fuerza y el terror;
y la expansi�n de los asentamientos contin�a sin pausa.
Z: �Cu�l es su opini�n respecto a la Cumbre �rabe?
La Cumbre �rabe llev� a la aceptaci�n general del plan �rabe Saudita, el cual
reiteraba los principios b�sicos de un consenso internacional general a largo plazo:
Israel deb�a retirarse de los territorios ocupados en el contexto de un acuerdo general
de
paz que garantizar�a el derecho de cada estado de la regi�n, inclu�do Israel, y un
nuevo Estado Palestino, a la paz y la seguridad dentro de fronteras reconocidas (La
redacci�n b�sica del ONU 242, fue ampliada para incluir un estado Palestino). No hay
nada nuevo al respecto. �stos son los t�rminos b�sicos de la resoluci�n del Consejo de
Seguridad de enero de 1976 suscripto virtualmente por el mundo entero, inclu�dos los
principales estados �rabes, PLO, Europa, el bloque sovi�tico, los pa�ses
no-alineados--de hecho, todos que importaban. Israel se opuso y fue vetado por los USA. Y
por ello por eso vedado a la historia. Iniciativas subsecuentes y similares de los estados
�rabes, la PLO, y Europa occidental fueron bloqueadas por los USA y esta situaci�n
contin�a hasta el presente. Esto incluye al plan Fahd de 1981. Esa referencia
tambi�n se ha vedado eficazmente a la historia, por las razones habituales. El rechazo
americano se remonta en realidad a cinco a�os antes. A febrero de 1971, cuando el
Presidente Sadat de Egipto le ofreci� a Israel un tratado de paz completo a cambio del
total retiro
israel� de Territorios egipcios, sin traer a colaci�n los derechos nacionales Palestinos
o el destino del otros territorios ocupados. El gobierno laborista de Israel reconoci�
esto como una genuino oferta de paz, pero decidi� rechazarlo y buscando extender
sus asentamientos al Sinai nororiental; cosa que hizo inmediatamente y con brutalidad
extrema, lo que fue causa inmediata de la guerra de 1973. El plan para los palestinos bajo
la ocupaci�n militar fue descrito francamente a sus colegas ministeriales por
Moshe Dayan, uno de los l�deres laboristas que m�s simp�tizaba con la condici�n
Palestina. Israel debe aclararles que "nosotros no tenemos la soluci�n y ustedes
podran continuar viviendo como los perros, y cualquiera sean las pretensiones, nosotros
veremos hacia donde se encaminar� este proceso". Siguiendo esa recomendaci�n, los
princios rectores
de la ocupaci�n han sido la humillaci�n incesante y degradante, junto con la tortura, el
terror, la destrucci�n de la propiedad, el desplazamiento y asentamiento propios, y el
apoderamiento de los recursos b�sicos, crucialmente, del agua. Las ofertas de Sadat
de 1971, conformaron a la pol�tica oficial de los USA, pero Kissinger tuvo �xito
imponiendo su preferencia para lo que �l llam� "estancamiento": ninguna
negociaci�n, s�lo fuerza. Las ofertas de paz de Jordania tambi�n fueron desatendidas.
Desde entonces, la pol�tica americana oficial se mantiene aparte del consenso
internacional sobre el repliegue. (hasta Clinton, quien rescindi� las resoluciones de la
ONU y las consideraciones de la legislaci�n internacional). Pero en pr�ctica, la
pol�tica ha seguido las pautas de Kissinger y s�lo ha aceptado negociaciones cuando ha
sido compelido a hacerlo, como lo hizo Kissinger despu�s del cercano desastre de la
guerra de 1973, del cual le corresponde compartir la mayor responsabilidad, bajo las
condiciones que Ben-Ami hab�a articulado. La doctrina oficial nos dice que
enfoquemos nuestra atenci�n en la Cumbre �rabe, como si los Estados Arabes y la PLO
fueran el problema, en particular, su intenci�n de empujar a Israel al mar. La cobertura
period�stica presenta el problema, b�sicamente como vacilaci�n, reservas, y cualidades
del mundo �rabe. Poco se puede decir a favor de los estados �rabes y de la PLO, pero
estas pretensiones son absolutamente falsas, como puede revelar rapidamente una mirada a
los registros. La prensa m�s seria reconoci� que el plan Saudita reitera ampliamente el
Plan Fahd de 1981,
planteando que esa iniciativa fue minada por la negativa �rabe a aceptar la existencia de
Israel. Los hechos se presentan nuevamente de manera bastante distinta. El plan de 1981
fue minado por una reacci�n israel�, la que incluso la mayor parte de
su prensa conden� como una acctitud "hist�rica", respaldada por los USA. Eso
incluye Shimon Peres y otras palomas a el allegadas quienes advirtieron la aceptaci�n del
Plan Fahd "amenazar�a la propia existencia de Israel". Una indicaci�n de la
histeria es la reacci�n del Presidente de Israel Haim Herzog, considerado tambi�n una
paloma. �l acuso a la PLO
de ser el "autor real" del Plan Fahd, y lleg� al extremo de decir que la
Resoluci�n del Consejo de Seguridad de enero de 1976 fue preparada por la
PLO, cuando �l era Embajador de Israel ante la ONU.
Estas afirmaciones dificilmente puedan ser ciertas, pero son una indicaci�n del miedo
desesperado de un estancamiento pol�tico por parte de las palomas israel�es, largamente
respaldado por los USA. El problema esencial, entonces como ahora, no lleva
a Washington, qu� ha respaldado persistentemente el rechazo de Israel a un estatuto
pol�tico dentro de los t�rminos fijados po el amplio y general acuerdo internacional,
reiterado en su esencia por las propuestas Sauditas. Se permiten que puedan ser
discutidos hasta hechos tan elementales como �stos, desplazando la el hecho que la
discusi�n gira esencialmente sobre
este punto: la falsedad t�pica y el enga�o. Y nosotros no debemos amoldarnos a �l, por
ejemplo, aceptando impl�citamente la presunci�n de que los desarrollos en la Cumbre
�rabe son un problema cr�tico. Ellos tienen importancia, por supuesto, pero
esta es secundaria. Los problemas primarios est�n expresados correctamente aqu� y es
nuestra responsabilidad enfrentarlos y tratar con ellos, en lugar de cambiarlos por otros.
Taducci�n: Jos� Luis Garrido, Salta 14 de abril, 2002.